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nUEVAMENTE nOS eNCONTRAMOS aNTE uNA pRUEBA eSCRITA, eS pOR eSO qUE eL dÍA lUNES 01 dE oCTUBRE a lAS 16 hORAS nOS jUNTAREMOS eN eL cOLEGIO pARA rEVISAR lOS aSPECTOS mÁS iMPORTANTES dE lA mATERIA pARA qUE eL DÍA mIERCOLES 03 dE OCTUBRE pODAMOS rESPONDER bIEN eN lA pRUEBA...

nOS vEMOS.... xAU!!!




    PINTURA
Para hablar de la pintura griega es necesario hacer referencia a la cerámica, ya que precisamente en la decoración de ánforas, platos y vasijas, cuya comercialización era un negocio muy productivo en la antigua Grecia, fue donde pudo desarrollarse este arte.
Al comienzo los diseños eran elementales formas geométricas -de ahí la denominación de geométrico que recibe este primer período ( siglos IX y VIII a. C. )- que apenas se destacaban sobre la superficie.


oBRAS iMPORTANTES...

EL COLOSO DE RODAS

Gigantesca estatua de bronce, que según la tradición se elevaba en la entrada del puerto de Rodas, capital de una isla Griega que lleva el mismo nombre.

Desde el 292 a.C. y durante doce años, los arquitectos Chares de Lindos y Laches dirigieron las obras de construcción de una gran estatua a la entrada del puerto de Rodas. El primero de ellos terminó suicidándose bajo la presión que le suponía no estar seguro de poder lograr la estabilidad de la estatua.



TEMPLO DE ZEUS OLYMPIA

El magnífico Templo de Zeus fue construido alrededor del 450 a.c y diseñado por el arquitecto Libon. Durante el gran poderío y magnificencia de la Antigua Grecia, el estilo Dorico de los templos pareció demasiado mundano para la época y necesitaba modificarse. La solución fue una majestuosa estatua. El escultor de la obra lo fue Fidias. Zeus aparecía sentado en un trono construido de marfil y oro, con una pequeña estatua de la diosa de la Victoria en la mano derecha y un cetro a la izquierda y a sus alrededores otras esculturas representativas de diversos héroes mitológicos.




TEMPLO DE ARTEMIS

La estructura fue construida alrededor del 550 AC en la ciudad griega de Efeso, lo que hoy día es Turquía, por el Rey Lidio Croesus y fue diseñada por el arquitecto griego Chersiphron.

Estaba compuesto de 127 columnas de mármol de 18 metros de altura y contenía las mejores obras del arte griego, como las estatuas de Fidias y Praxiteles, y decorados de Apeles y Parrasio. El templo sirvió como mercado e institución religiosa durante muchos años.

aRTE y rELIGIÓN eN lA aNTIGUA gRECIA

En Atenas se construyeron espléndidos edificios y hermosas esculturas, combinando el arte y la religión. En todas las expresiones artísticas se observa el interés por la belleza y la perfección del cuerpo humano, explicando los desnudos en la escultura, tanto de atletas como de guerreros y dioses. Muchos filósofos, literatos, oradores y pensadores se reunieron en torno a la atractiva ciudad de Atenas. Entre ellos, Sócrates, Platón y Aristóteles, así como Heródoto, quien gracias a sus viajes conoció, muchos pueblos del mundo antiguo y cuyas descripciones lo han hecho merecedor del título del primer historiador y padre de la historia.

Religión:

Los griegos eran politeístas y su religión estaba presente en todos los aspectos de la vida. Recurrían a ellos para obtener consejo y guía ante una decisión importante, consultándole a una pitonisa que actuaba de mediadora ante los dioses en los oráculos o lugares sagrados, siendo el más popular el de la ciudad de Delfos.

Los dioses eran antropomórficos, es decir, tenían formas y atributos humanos; compartían sus pasiones, odios y amores, además de sus virtudes y defectos, pero gozaban de grandes poderes y de la inmortalidad. Los dioses intervenían en la vida de los hombres y vigilaban su conducta, por lo que los griegos se preocupaban de realizar ceremonias y de rendirles culto cuando correspondía. Los dioses, como la sociedad griega, estaban jerarquizados; los más bajos en el escalafón eran los héroes, hijos de mortales con dioses.

Esta concepción del mundo y de lo divino hacía que los griegos otorgaran gran importancia a la construcción de los templos, ya que era el lugar donde vivían los dioses. Los dioses superiores vivían en el monte Olimpo, encabezados por Zeus y su esposa Hera. La destacada posición de Zeus le dio gran importancia a los juegos olímpicos. Los mitos, narraciones que explican el origen del mundo, de los dioses y de los héroes, permitieron difundir la religión griega a través de la transmisión oral.

Principales dioses

Los griegos creían que los dioses habían elegido el monte Olimpo, en una región de Grecia llamada Tesalia, como su residencia. En el Olimpo, los dioses formaban una sociedad organizada en términos de autoridad y poderes, se movían con total libertad y formaban tres grupos que controlaban sendos poderes: el cielo o firmamento, el mar y la tierra.
Los doce dioses principales, habitualmente llamados Olímpicos, eran Zeus, Hera, Hefesto, Atenea, Apolo, Artemisa, Ares, Afrodita, Hestia, Hermes, Deméter y Poseidón.

Zeus es en la mitología griega, dios del cielo y soberano de los dioses olímpicos. Zeus corresponde al dios romano Júpiter. Según Homero, se consideraba a Zeus padre de los dioses y de los mortales. No fue el creador de los dioses y de los hombres; era su padre, en el sentido de protector y soberano tanto de la familia olímpica como de la raza humana. Señor del cielo, dios de la lluvia y acumulador de nubes blandía el terrible rayo. Su arma principal era la égida, su ave, el águila, su árbol, el roble. Zeus presidía a los dioses en el monte Olimpo, en Tesalia.

En la escultura, se representa a Zeus como una figura barbada y de apariencia regia. La más famosa de todas fue la colosal estatua de marfil y oro, del escultor Fidias, que se encontraba en Olimpia.

Hera es en la mitología griega, reina de los dioses, hija de los titanes Cronos y Rea, hermana y mujer del dios Zeus. Mujer celosa, Hera perseguía a menudo a las amantes y a los hijos de Zeus. Nunca olvidó una injuria y se la conocía por su naturaleza vengativa. Irritada con el príncipe troyano Paris por haber preferido a Afrodita, diosa del amor, antes que a ella, Hera ayudó a los griegos en la guerra de Troya y no se apaciguó hasta que Troya quedó destruida. Se suele identificar a Hera con la diosa romana Juno

Hefesto, en la mitología griega, dios del fuego y de la metalurgia, hijo del dios Zeus y de la diosa Hera. A diferencia de los demás dioses, Hefesto era cojo y desgarbado. Poco después de nacer lo echaron del Olimpo: según algunas leyendas, lo echó la misma Hera, quien lo rechazaba por su deformidad. En la mayoría de las leyendas, sin embargo, volvió a ser honrado en el Olimpo y se casó con Afrodita, diosa del amor. Era el artesano de los dioses y les fabricaba armaduras, armas y joyas. Se creía que su taller estaba bajo el monte Etna, volcán siciliano.

Ártemis o Artemisa (mitología), en la mitología griega, una de las principales diosas, equivalente de la diosa romana Diana. Era hija del dios Zeus y de Leto y hermana gemela del dios Apolo. Era la rectora de los dioses y diosas de la caza y de los animales salvajes, especialmente los osos, Ártemis era también la diosa del parto, de la naturaleza y de las cosechas. Como diosa de la luna, se la identificaba a veces con la diosa Selene y con Hécate.

Apolo (mitología), en la mitología griega, hijo del dios Zeus y de Leto, hija de un titán. Era también llamado Délico, de Delos, la isla de su nacimiento, y Pitio, por haber matado a Pitón, la legendaria serpiente que guardaba un santuario en las montañas del Parnaso. En la leyenda homérica, Apolo era sobre todo el dios de la profecía. Su oráculo más importante estaba en Delfos, el sitio de su victoria sobre Pitón. Solía otorgar el don de la profecía a aquellos mortales a los que amaba, como a la princesa troyana Casandra.

Apolo era un músico dotado, que deleitaba a los dioses tocando la lira. Era también un arquero diestro y un atleta veloz, acreditado por haber sido el primer vencedor en los juegos olímpicos. Su hermana gemela, Ártemis, era la guardiana de las muchachas, mientras que Apolo protegía de modo especial a los muchachos. También era el dios de la agricultura y de la ganadería, de la luz y de la verdad, y enseñó a los humanos el arte de la medicina.

Atenea, una de las diosas más importantes en la mitología griega. En la mitología latina, llegó a identificarse con la diosa Minerva, también conocida como Palas Atenea. Atenea salió ya adulta de la frente del dios Zeus y fue su hija favorita. Él le confió su escudo, adornado con la horrorosa cabeza de la gorgona Medusa, su 'égida' y el rayo, su arma principal. Diosa virgen, recibía el nombre de Parthenos ('la virgen'). En agradecimiento a que Atenea les había regalado el olivo, el pueblo ateniense levantó templos a la diosa, el más importante era el Partenón, situado en la Acrópolis de Atenas.

Afrodita, en la mitología griega, diosa del amor y la belleza, equivalente a la Venus romana. En la Iliada de Homero aparece como la hija de Zeus y Dione, una de sus consortes, pero en leyendas posteriores se la describe brotando de la espuma del mar y su nombre puede traducirse como 'nacida de la espuma'. En la leyenda homérica, Afrodita es la mujer de Hefesto. Entre sus amantes figura Ares, dios de la guerra, que en la mitología posterior aparece como su marido.

Hades, en la mitología griega, dios de los muertos. Era hijo del titán Cronos y de la titánide Rea y hermano de Zeus y Poseidón. Cuando los tres hermanos se repartieron el universo después de haber derrocado a su padre, Cronos, a Hades le fue concedido el mundo subterráneo. Allí, con su reina, Perséfone, a quien había raptado en el mundo superior, rigió el reino de los muertos. Aunque era un dios feroz y despiadado, al que no aplacaba ni plegaria ni sacrificio, no era maligno.

Poseidón, en la mitología griega, dios del mar, hijo del titán Cronos y la titánide Rea, y hermano de Zeus y Hades. Poseidón era marido de Anfitrite, con quien tuvo un hijo, Tritón. Poseidón, sin embargo, tuvo otros numerosos amores. Poseidón y la gorgona Medusa fueron los padres de Pegaso, el famoso caballo alado.

Ares, en la mitología griega, dios de la guerra e hijo de Zeus, rey de los dioses, y de su esposa Hera. Los romanos lo identificaban con Marte, también un dios de la guerra. Agresivo y sanguinario, Ares personificaba la brutal naturaleza de la guerra, y era impopular tanto para los dioses como para los seres humanos. Ares no era invencible, ni siquiera frente a los mortales.
El culto de Ares, que se creía originario de Tracia, no estaba muy difundido en la antigua Grecia y, donde existía, carecía de significación social o moral.

Hermes, en la mitología griega, mensajero de los dioses, hijo del dios Zeus y de Maya, la hija del titán Atlas. Como especial servidor y correo de Zeus, Hermes tenía un sombrero y sandalias aladas y llevaba un caduceo de oro, o varita mágica, con serpientes enrolladas y alas en la parte superior. Guiaba a las almas de los muertos hacia el submundo y se creía que poseía poderes mágicos sobre el sueño. Hermes era también el dios del comercio, protector de comerciantes y pastores. Como divinidad de los atletas, protegía los gimnasios y los estadios, y se lo consideraba responsable tanto de la buena suerte como de la abundancia. A pesar de sus virtuosas características, también era un peligroso enemigo, embaucador y ladrón.

Dioniso, dios del vino y del placer, estaba entre los dioses más populares. Los griegos dedicaban muchos festivales a este dios telúrico, y en algunas regiones llegó a ser tan importante como Zeus. A menudo lo acompañaba una hueste de dioses fantásticos que incluía a sátiros, centauros y ninfas. Los sátiros eran criaturas con piernas de cabra y la parte superior del cuerpo era simiesca o humana. Los centauros tenían la cabeza y el torso de hombre y el resto del cuerpo de caballo. Las hermosas y encantadoras ninfas frecuentaban bosques y selvas.

El arte antiguo griego ha sobrevivido en la forma de esculturas y arquitectura, y también en arte de menor dimensión como el diseño de monedas, el grabado de alfarería y el de gemas. Los Griegos, como la mayoría de las culturas europeas, consideraron la pintura como la forma más alta de arte.

eL eSCENARIO gRIEGO, eSPARTA y aTENAS

El escenario griego, Esparta y Atenas.

La desaparición del viejo poder micénico llevó al aislamiento de las regiones y de sus correspondientes basileus, en un proceso de fragmentación que tuvo como resultado la feudalización de la sociedad, y la aparición de las polis, ciudades independientes con un estado propio, o sea, una organización política propia. Los historiadores explican el origen de las polis griegas como el resultado de la unión de diversas tribus que lograban fijarse intereses comunes, dándose leyes que eran respetadas por todos. Así, la polis, le imponía a sus habitantes derechos y deberes, convirtiéndolos en ciudadanos responsables de su comunidad.

Las Polis griegas:

Los griegos aprovechando el relieve montañoso, se unieron alrededor de una colina y construyeron en su cima un lugar fortificado, la acrópolis, que servía de refugio y residencia de las familias nobles. Con el tiempo adquirió importancia religiosa, pues ahí se encontraban los templos y los edificios públicos. En el valle, cerca de la acrópolis, estaba el ágora o plaza pública, lugar donde los ciudadanos se reunían para resolver los asuntos públicos. Cada polis contaba con ejército, leyes, justicia y gobierno propio. Este último estaba a cargo de un rey asistido por un consejo de ancianos, integrado por nobles poseedora de tierras y rebaños. Estos consejos adquirieron tal poder que se enfrentaron con los reyes y debilitaron la monarquía, hasta reemplazarla por un gobierno aristocrático en el siglo VIII a.C. así, los nobles tuvieron el poder político, económico, social y judicial.

Proceso de colonización, en busca de nuevos horizontes:

El orden feudal de la sociedad llevó al empobrecimiento de los agricultores y a la necesidad de nuevas tierras para cultivar, a lo que se sumó la exigencia por una mayor libertad para el desarrollo del comercio. Así fue que, agricultores, comerciantes y hombres libres, descontentos del orden aristocrático de la sociedad, se lanzaron a la empresa de buscar nuevos territorios para habitar. En sus nuevos hogares experimentaron una forma de organización, que se caracterizaría por una relación entre iguales. En esta experiencia se encuentra la génesis de la Democracia.

La colonización griega comenzó en el siglo VIII a.C., fundando numerosas colonias en las costas del mar Mediterráneo, como son las de Málaga en España, Marsella en Francia, Cirene en África, y Nápoles y Tarento en Italia, estas últimas eran las colonias más ricas, por lo que fueron llamadas la Magna Grecia. En los márgenes del Mar Negro, se destacó bizancio, que sería el más grande centro comercial de los siglos venideros. Este proceso espontáneo duró varios siglos y gracias a él, la cultura griega se extendió a las costas del Mediterráneo.

Las colonias impulsaron el intercambio comercial que enriqueció a un nuevo grupo social, el cual fue exigiendo mayor participación política en el gobierno de la polis. Así, las colonias también fueron ciudades-estado, independientes de su ciudad fundadora o metrópolis, ya que solo existía con ella un vínculo económico, cultural y religioso.

Esparta, una sociedad entre la disciplina y la guerra:

Los dorios eran un pueblo guerrero y conquistador que ocupó la península del Peloponeso sometiendo a su población originaria y fundando en el valle del río Eurotas, la ciudad de esparta, alrededor del año 900 a.C. Las necesidades de la guerra y de la mantención del control sobre la población esclavizada en el trabajo agrícola, los llevó a forjar una personalidad sobria y parca. Crearon un “estado policial” caracterizado por la formación militar de sus integrantes, en la que se destaca el sentido del deber, la disciplina y la organización.

La sociedad espartana estaba dividida en 3 grupos. Los Espartiatas o iguales, que eran los descendientes de los dorios y que formaban el grupo de los vencedores, dueños de la tierra y guerreros por formación. Participaban en los cargos públicos y despreciaban el trabajo agrícola, así como la práctica del comercio. El segundo grupo era el de los Periecos, descendientes de los aqueos, que después de la invasión doria lograron algunas libertades. Se dedicaron a la artesanía y al comercio, por lo que no poseían armas, tierras ni derechos políticos. Pagaban altos impuestos a los espartiatas y estaban obligados a servir como hoplitas (guerreros de a pie) en el ejército. Por último, estaban los Ilotas, descendientes de las poblaciones originarias que ofrecieron la mayor resistencia a la conquista doria. Eran siervos del estado, obligados a trabajar como esclavos en las tierras de los señores espartanos. No contaban con derechos políticos ni civiles y, por lo mismo, recibían frecuentes agresiones de sus conquistadores.

Los espartanos estaban dirigidos por una monarquía dual (diarquía) que concentraba el poder religioso, militar y político. Eran asesorados por el Consejo de ancianos o Gerusía, conformado por 28 gerontes, mayores de 60 años de edad, de carácter vitalicio. Ellos podían vetar las desiciones tomadas por la Asamblea popular, integrada por todos los ciudadanos espartiatas. Otra importante institución es el Eforado, integrado por 5 éforos o vigilantes nombrados por un año, encargados de vigilar la ciudad y el ejercicio del cargo de los reyes, a los que incluso podía detener. Este gobierno concentraba todo el poder en manos de los espartiatas, por lo que tuvo el carácter de una oligarquía.

Atenas, en busca de la mejor organización:

Atenas, a diferencia de Esparta, se fundó en la península del Ática, rodeada de puertos naturales favorables para la navegación, como el Pireo. Como todas las ciudades-estado, estuvo gobernada por un rey. Su organización tenía también características feudales, ya que los nobles eran propietarios de la tierra.

La población ateniense aspiraba a una mayor igualdad política entre los hombres comunes y los nobles terratenientes, y deseaba resolver las dificultades generadas por el sistema de distribución de la tierra, por lo que se crearon nuevas leyes que regularan la vida de los atenienses. En el año 625 a.C., el legislador Dragón generó un código de Derecho, caracterizado por establecer castigos muy duros, pero que regían para todos. Este fue el primer paso hacia la Democracia; no obstante algunas de sus leyes acentuaban las diferencias, ya que los deudores y sus familias podían ser esclavizados. La ley fue corregida por las reformas de Solón, 594 a.C., liberando a los pobres de las deudas y prohibiendo el préstamo con garantía de la libertad personal del deudor y sus familiares.

Solón hizo una reforma social dividiendo al pueblo, Demos, en 4 grupos según su riqueza, reemplazando os privilegios del nacimiento por los de la fortuna de cada uno. Las leyes, los asuntos públicos de la ciudad y la elección de los altos magistrados eran tratados en la Asamblea o Ecclesia, que reunía a todos los ciudadanos, aunque los esclavos estaban excluidos de toda participación política. Dejó en el Arcontado, tras magistrados que representaban el poder religioso, el jurídico y el militar, y en el Areopago, consejo de ancianos, a los dos primero grupos sociales, y creó un nuevo consejo de los 400, o Bulé, en el cual podían participar los tres grupos más ricos. Estas transformaciones son consideradas un paso a la democratización de la sociedad ateniense.

Las reformas de Solón no solucionaron completamente los problemas de Atenas, por lo que continuaron existiendo algunas tensiones sociales en su interior. Surgió entonces la figura de Pisístrato, quien, apoyado por campesinos, industriales y comerciantes, tomó el poder en el año 561 a.c., erigiéndose como tirano hasta el año 527 a.C..

De la tiranía a la democracia:

Pisístrato intentó aliviar el descontento repartiendo tierras entre los campesinos y creando fuentes de trabajo para estimular la actividad comercial, intensificó también la explotación de las minas del Ática. Su gobierno fue un periodo de paz y prosperidad para Atenas. Los nobles se oponían a los gobiernos tiranos, por lo que logran recuperar el poder tras la muerte de Hiparlo, hijo de Pisístrato, en el año 514 a.C.

Los atenienses siguieron en busca de una forma de gobierno en la que todos los grupos sociales pudieran participar. Fue así como en el año 507 a.C., un nuevo líder, Clístenes, cambió el concepto de gobierno de unos pocos (oligarquía), por el gobierno de muchos dando el impulso a la Democracia, al ampliar el número de personas que participaban en als desiciones del estado, estableciendo la igualdad de derechos para todos los ciudadanos. Para esto dividió la población de la ciudad en un centenar de demos. Cada individuo tenía que estar inscrito en el demos o vecindad para poder votar y cada tribu elegía 50 representantes que integraban el consejo de la Bulé, aumentando así en 100 personas este organismo. Las otras magistraturas, especialmente la Ecclesia, van a ser más accesibles a todos los ciudadanos.

Griegos y persas: las guerras médicas:

Mientras florecía la democracia en Atenas en el siglo V a.C., se había extendido el imperio Persa desde la meseta de Irán hasta las costas del mar egeo, amenazando la independencia y las rutas comerciales de las ciudades de la Grecia Asiática. Ambas culturas se enfrentaron en las llamadas Guerras Médicas, iniciadas por la rebelión de las ciudades griegas al nuevo poder persa. En esta confrontación se puso a prueba el sentimiento de unidad y solidaridad de Atenas y las demás polis con sus hermanas de las costas de Asia Menor.

El poder militar de los persas, encabezados por su rey Darío, terminó por derrotar la rebelión de las ciudades griegas, junto con destruir a la más importante de todas: Mileto. Los persas, se sintieron con el derecho de castigar a los atenienses por su apoyo al levantamiento de Asia menor, enviando una expedición que fue derrotada en Maratón, 490 a.C. Diez años después, tras la muerte de Darío y la ascensión de su hijo Jerjes, se iniciaron las hostilidades en la batalla naval de Salamina, 480 a.C., en la que los persas fueron derrotados, hecho que puso fin a sus pretensiones sobre la Grecia continental.

Controlada momentáneamente la amenaza persa, als ciudades griegas se unieron en la liga defensiva conocida con el nombre de Liga de Delos. Atenas, su líder, se convirtió en la potencia hegemónica de Grecia, por el poderío de su flota y su rol de protectora del tesoro que la liga había formado con el tributo de cada ciudad.

En la sociedad griega había profundas diferencias, ya que solo los ciudadanos poseían plena libertad y derechos políticos. Entre ellos se contaban a los ricos terratenientes, comerciantes, artesanos y jornaleros, eran los hombres libres, nacidos de padre y madre atenienses. Los otros grupos estaban excluidos de la participación en el gobierno, como es el caso de los metecos, extranjeros libres residentes en Atenas que se dedicaban al comercio y la administración de talleres artesanales, y los esclavos, el último grupo de la sociedad y la principal fuerza laboral. En Atenas, igual que en otras polis, se practicaba la esclavitud de los hombres, muchas veces prisioneros de guerra, niños abandonados desde su infancia por sus padres, vendidos o robados por piratas. Carecían de libertad y derechos, siendo propiedad absoluta de su dueño. Las mujeres también estaban excluidas de toda participación política.

El siglo de oro ateniense: la luz de la Democracia.

Con Pericles se afianzó la democracia y se experimentó un desarrollo cultural de todas las áreas. Se efectuó también una reforma en el sistema político ateniense: la Ecclesia se transformó en el organismo fundamental a través del cual se expresaba la voluntad popular; la Bulé aconsejaba a la Asamblea Popular, redactando leyes y asesorando la aplicación de la ley, el Arcontado se convirtió en un cargo honorífico sin atribuciones políticas, extendiéndose el derecho a elegir esta magistratura entre quienes no tenían derecho a voto, y finalmente, se puso a la cabeza del gobierno al Estratego, elegido para dirigir la guerra y administrar el ejercito, además de controlar la política exterior.

Los derechos políticos de los ciudadanos se difundían públicamente en el teatro y las celebraciones. Todos querían participar, y se sentían responsables de un destino común para ellos y para sus hijos. Los logros de Pericles fueron coronados por la riqueza de Atenas, fundada en sus minas de plata, en el comercio y la administración del tesoro que le proporcionaba el control de La Liga de Delos. Todas estas transformaciones y logros han llevado a consignar este tiempo como el siglo de Pericles o Siglo de Oro de Grecia.

cRETENSES, ANTECEDENTE DE LA gRECIA aNTIGUA

La Civilización Cretense: el pueblo del comercio y de la paz

Los antiguos habitantes de la Península de los Balcanes fueron conquistados tras las invasiones de pueblos como los dorios y los aqueos, de origen indoeuropeo. De modo que los griegos son el resultado de una mezcla de pueblos unidos por sus múltiples tradiciones y costumbres, como por ejemplo, una sociedad organizada en torno a la Polis (sociedad urbana), una fuerte tradición agrícola, la mitología y la religión (creencia en un panteón divino compuesto por muchos dioses), la escritura, la lengua, el tipo de organización política y los juegos olímpicos. Pero también destaca una historia común. Su más importante legado, su cultura marítima, proviene de la cultura cretense.

Los cretenses fueron expertos navegantes, llegando a dominar las rutas de navegación en el mar Mediterráneo oriental; exportando telas, cerámicas, vinos, armas, joyas y utensilios de metal a Egipto, Asia Menor y a la península de los Balcanes. Importaban estaño, cobre, oro, plata y marfil. Fueron una sociedad pacífica, y gracias a su condición de territorio insular y aislado, no temían ser invadidos. Sus palacios no tenían fortificaciones y su cultura disfrutaba de la prosperidad que le proporcionaba la paz. Su arte denota el amor a la vida y el aprecio por la naturaleza.

La sociedad cretense se basaba en el comercio y en el trabajo agrícola (frutas, vid y olivo) y artesanal (alfarería y metalurgia). En la cúspide de la sociedad se encontraba el rey, que organizaba la administración y los tributos. Su mayor esplendor fue alcanzado hacia el 1.700 a.C., para más tarde encontrar un final trágico hacia el 1.600 a.C., aparentemente por los estragos de un gran terremoto. El poder de Creta radicaba en el comercio y el dominio de las rutas comerciales marítimas.

Los griegos conocieron a los cretenses a través de las relaciones comerciales que establecieron con ellos, experiencia que los llevó a admirar su cultura y a aspirar a dominarla, lo que finalmente lograron alrededor del año 1450 a.C., cuando conquistaron la isla.

De la combinación de ambos surgió la sociedad micénica, que se desarrolló entre los años 1500 y 1000 a.C., en torno a la ciudad de mecenas, centro de riqueza por su alfarería, joyas y armas. Como ésta era una sociedad eminentemente guerrera, extendieron rápidamente sus dominios hacia el centro y sur de Grecia. Poseían un orden monárquico, encabezado por el rey o wanax, y múltiples príncipes o basileus, quienes habitaban en palacios fortificados, precavidos ante una invasión.

Comerciaron con Sicilia, Rodas, Chipre y las costas de Asia Menor, importando ámbar, marfil, estaño y cobre. Con el fin de mantener su predominio comercial en el Mediterráneo, invadieron Creta e intentaron adoptar su cultura. Para poder controlar la comunicación entre el mar Egeo y el Mar Negro, destruyeron la ciudad de Troya en el Asia Menor, región rica en la producción de metales.

Hacia el 1.200 a.C., los Dorios, pueblos de origen indoeuropeo invadió esta región gracias a sus habilidades militares como el combate a caballo utilizando lanzas de hierro, causando el derrumbe del mundo Micénico. La población horrorizada por el ataque de los dorios y por la destrucción de las ciudades, se dirigió a las costas de Asia Menor formando la Grecia Asiática, estableciendo tres zonas: Eólica, Jónica y Dórida. Los que se quedaron en la península, se convirtieron en campesinos casi esclavos y comerciantes sin privilegios.

mAPA dE lA aNTIGUA gRECIA

cIVILIZACIÓN gRIEGA

La civilización de los Griegos

Espacio Geográfico:

El escenario de la cultura griega es la zona sur (meridional) de la península de los Balcanes, en el mediterráneo oriental, así como las islas del mar Egeo y las costas de Asia menor. Por lo tanto, el mundo griego estaba formado por tres zonas: La Grecia continental (las llanuras de Tesalia, Macedonia Epiro, y la península del Ática y del Peloponeso) recorrida por cordones montañosos cuya altura no supera los 3.000 metros, que cruzan la península, formando valles de poca extensión; la Grecia insular compuesta por una cadena de islas en el mar Egeo que forman un verdadero puente entre Europa y Asia Menor, lo que favoreció el desarrollo de la navegación y el comercio, y la Grecia asiática (Jonia, Lesbos y Samos), que se caracteriza por sus costas desmembradas, sus islas y el relieve montañoso que separa la franja costera de las mesetas interiores.

El relieve predominantemente montañoso del territorio griego influyó en el asentamiento de las comunidades, formándose ciudades-estado independientes, denominadas Polis, que permanecieron políticamente separadas unas de otras, sin formar nunca un solo Estado que gobernara al país completo, aún cuando compartieron la misma cultura. Todos se sentían descendientes del personaje legendario llamado Heleno, por eso se denominaron helenos.

El clima de Grecia es templado, aunque tiene características semidesérticas, lo que favoreció la vida al aire libre, tanto en los valles como en la costa. Fue un país dedicado a la agricultura, principalmente a la producción de vid para la fabricación de vino, y de olivo, para la obtención de aceitunas y la fabricación de aceite. De la ganadería ovina y caprina se obtenían cueros, lana, lache y sus derivados, productos esenciales en la dieta de los griegos.